El Conde de Saint-Germain es, indudablemente, uno de los personajes más enigmáticos de la historia. Considerado por muchos un ser inmortal, o continuamente reencarnado, su leyenda resiste el paso del tiempo y, a pesar de las distintas opiniones sobre su persona, se le recuerda por su mente grandiosa. Fue alquimista y miembro de la orden Rosacruz: la sociedad secreta que creía que el mundo estaba construido sobre misteriosas realidades del pasado que permanecen ocultas al hombre medio. Su forma de vida, sin embargo, es la que estuvo rodeada de mayor misterio, y gran parte de su trasfondo histórico es como mínimo cuestionable.
Nacido en 1710, existen dos versiones sobre su origen familiar. La primera, difundida cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, cuenta que era el tercer hijo del Príncipe Ferenc Rokoczy II de Hungría con una mujer desconocida. En relación a esta teoría, debemos explicar que Saint Germain fue criado y educado por la rica familia de banqueros italianos Medici, demostrando ya en su infancia poseer un asombroso intelecto, digno de cualquier adulto. La segunda versión de su nacimiento cuenta que era hijo de un judío portugués desconocido. Sin embargo, a día de hoy seguimos sin saber cuáles eran sus verdaderos orígenes, ya que no consta registro alguno con su nombre real, ni de su nacimiento ni de su fallecimiento y entierro. En todos sus documentos aparece únicamente su célebre apodo, el nombre que inventó para sí mismo: "Saint-Germain".
La famosa, influyente y extremadamente poderosa familia Medici, de Italia, fue la encargada de criar y educar a Saint-Germain. Fotografía (toptenz.net)
El Conde de Saint-Germain (Comte de Saint-Germain) se presentaba a sí mismo como alguien que había vivido en diferentes lugares durante las distintas etapas de su vida, trabando amistad y labrándose enemigos en todas partes de Europa. Era conocido por su intelecto, sus talentos y sus amistades con personajes de la realeza y se le consideraba un ejemplo a seguir en relación con la moda de la época, vistiendo siempre de forma impecable, con un anillo en cada dedo y luciendo una peluca constantemente pulverizada. Tal preparación denotaba una educación rica, y la versión de que era hijo de un príncipe resultó ser de buen agüero para sus aspiraciones políticas. Saint-Germain estaba considerado como un hombre encantador, apasionado de la pintura y la música y capaz de hablar con soltura las diez lenguas más importantes de la Europa de entonces.
Saint-Germain provocaba una gran curiosidad en torno a su persona de muy diferentes maneras. Una de las más llamativas radicaba en que nadie le vio jamás comer ni beber en público, pese a que siempre gozó de una salud perfecta. En una ocasión confesó al célebre italiano Giacomo Girolamo Casanova que sólo comía un tipo secreto de alimento (lo que hizo pensar a muchos que se trataba de un elixir para alcanzar la eterna juventud) que lo había mantenido vivo durante más de trescientos años, por lo que el resto de alimentos le resultaban innecesarios. También era curioso el hecho de que, aparentemente, no dispusiera de riqueza alguna evidente aunque siempre trabó amistad, de manera indefinida, con aristócratas de muy alto rango y miembros de distintas Familias Reales. De hecho, su confidente más cercano era el Príncipe Carlos de Hesse-Cassel, de la provincia de Schleswig-Holstein, única persona a quien admitió como miembro de su familia y en cuya residencia decidió morir.
Retrato del Príncipe Carlos de Hesse-Cassel, pintado por Anton Wilhelm Tischbein (1730-1804). (Wikipedia.org)
Entre los seguidores más fieles de Saint-Germain se contaban algunos personajes destacados desde un punto de vista histórico. De hecho, el Conde fue detenido en Londres, alrededor del año 1743, por ser un espía Jacobita muy buscado. Catalina la Grande supuestamente le pidió ayuda para lograr su meta de convertirse en Emperatriz de Rusia en 1762. Luis XV de Francia confió tanto en Saint-Germain durante su reinado que el Conde era el único, junto con el mismo rey, a quien se le permitía acceder, libremente, a los aposentos de la amante favorita del monarca, Madame de Pompadour. Además, la amistad entre Luis XV y Saint Germain se inició porque el rey había solicitado su ayuda en asuntos diplomáticos. Probablemente Saint Germain intermediara intentando instaurar la paz entre Francia y Gran Bretaña durante la Guerra de los Siete Años, fallando en su propósito sólo porque fue considerado sospechoso por Carlos Louis Auguste Fouquet, Duque de Belle-Isle. El ya mencionado Casanova, conocido del Conde, siendo muchacho también quiso hacerse alquimista y miembro de la orden Rosacruz. De hecho siempre se había visto a sí mismo como el más inteligente hasta que conoció a Saint-Germain. Cuando éste le confesó que tenía más de trescientos años, Casanova comprendió que el Conde le había superado con creces en sus habilidades alquímicas.
Saint-Germain, tal y como se rumoreaba, habría ayudado a Catalina la Grande a convertirse en Emperatriz de Rusia. Retrato obra de Fyodor Rokotov (1780s, Hermitage) (Wikimedia Commons)
El Rey Luis XV de Francia confiaba plenamente en Saint Germaine. Retrato de Maurice Quentin de La Tour (1748)(en.wikipedia.com)
Aunque los orígenes de Saint-Germain no estén bien documentados, las relaciones que mantuvo a lo largo de su vida fueron de tal importancia que le lanzaron a la fama y a ser protagonista de las crónicas de su época. Un hombre misterioso, dotado de tanto talento e inteligencia como lo fue Saint-Germain no podía pasar desapercibido para sus contemporáneos en Europa, ni tampoco para los estudiosos e investigadores modernos. El relato de los elementos fantásticos que rodean la vida del Conde de Saint-Germain continúa en la segunda parte de este artículo, una fascinante mirada sobre las sociedades secretas en las que creía y el misterio que se ocultaba tras su supuesta inmortalidad.
Imagen de Portada: El enigmático Conde de Saint-Germain, imagen cedida (mjpg2909.wordpress.com)
Autor: Ryan Stone Traducción: Mariló T. A. Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net
El Inmortal Conde de Saint-Germain: Maestro Ascendido de Antigua Sabiduría
El Conde de Saint-Germain afirmó muchas veces ser inmortal. Al parecer su edad era ya de trescientos años en el momento de su aparición alrededor del 1700. Sin embargo, existe otra versión más peculiar de la historia de Saint-Germain revelada en algunos archivos históricos. Muchos creen que Saint-Germain era un Maestro Ascendido de Antigua Sabiduría, cabeza visible de un sistema de creencias teosófico que consideraba que los seres humanos podían reencarnarse para adquirir una sabiduría que, con el tiempo, unificaría los aspectos materiales y espirituales del universo. Estos Maestros, supuestamente, alcanzaban el mismo tipo de ascensión espiritual que Jesús de Nazaret en la Biblia. Este fe teosófica se ha mantenido hasta nuestros días, y Saint-Germain está aún hoy considerado uno de sus Maestros. Sus seguidores piensan que el Saint-Germain histórico en realidad se habría reencarnado una y otra vez antes de su nacimiento como Saint-Germain, al igual que hicieron otras famosas personalidades a lo largo de la historia. Todos ellos fueron individuos de suma importancia, y el eco de su influencia en la historia del mundo fue largo y duradero. La supuesta primera encarnación del Conde de Saint-Germain fue la de un Sumo Sacerdote del templo de la Llama Violeta, hace más de cincuenta mil años. Se dice que llevó la iluminación a las gentes de esa civilización revelándoles el concepto de consciencia cósmica, pero que más adelante abandonaron ese camino y se perdieron en los placeres mundanos. Cuando esto ocurrió, el hombre que más tarde sería Saint-Germain dejó que aquel pueblo sucumbiera por sus pecados. Le encontramos más tarde bajo la forma del profeta Samuel, del Antiguo Testamento, que eligió a Saúl como rey de Israel siendo después rechazado por éste. Después, Saint-Germain nace supuestamente como José, esposo de María y padre terrenal de Jesús de Nazaret. Sin embargo, una de sus supuestas encarnaciones más fascinantes fue la del consejero en la corte del Rey Arturo y posible mago, Merlín. Evidentemente la línea que separa la ciencia y la magia es muy fina para ciertos seguidores de Saint-Germain
Algunos creen que el Mago Merlín era una encarnación de Saint-Germain (Andy/flickr)
Las antiguas encarnaciones más ampliamente aceptadas de Saint-Germain empiezan en el tercer siglo después de Cristo. Se considera que Saint-Germain nació como San Albano, primer mártir británico de la fe Cristiana, que fue decapitado por no revelar al Emperador Diocleciano dónde se ocultaba el monje Anfíbalo. Fue brutalmente torturado antes de su muerte, y se le rinde culto y gran veneración por haber soportado sus tormentos pacientemente.
El martirio de San Albano, de un manuscrito del siglo XIII, actualmente en la Biblioteca del Trinity College, Dublín (Wikimedia Commons)
Poco después de su muerte como Albano, se dice que Saint-Germain nació como Proco Licio, director de la Academia Platónica de Atenas. Comenzó su vida adulta como Proco Licio siendo un exitoso abogado para poco después desilusionarse con su profesión y viajar a Atenas en busca de tutela filosófica. A continuación fue conocido como Roger Bacon, filósofo Franciscano nacido en el siglo XIII. Roger Bacon era un firme creyente en la Piedra Filosofal y el Elixir de la Eterna Juventud, y solo por su pasión e intelecto atrajo a un importante número de seguidores.
Diagramas circulares de Roger Bacon relacionados con estudios sobre óptica. Por Roger Bacon (o también Saint Germain), finales del siglo XIII.(Wikimedia Commons) Su rincón de estudio se convirtió en lugar de peregrinación tras su muerte, y se difundió la leyenda de que era algo más que un simple filósofo, una especie de mago que había conseguido derrotar al diablo. No obstante, hacia el siglo XIX, empezó a ser considerado principalmente un científico excéntrico. Se dice que la forma final y más poderosa bajo la que nació Saint-Germain fue la de Sir Francis Bacon, miembro de la corte de la Reina Isabel I de Inglaterra. Francis Bacon está considerado en la actualidad padre de la ciencia empírica, así como posible autor de la mayor parte de las obras de William Shakespeare, aunque esto último es algo sobre lo que se discute acaloradamente. De todos modos, lo más interesante al respecto, sin duda, es que algunos seguidores de Saint-Germain creen que Francis Bacon fingió su muerte el Domingo de Pascua de 1626, para viajar a continuación en secreto a Transilvania, de la que hizo su hogar hasta su ascensión a Maestro el 1 de Mayo de 1684.
Se dice que Sir Francis Bacon también fue una encarnación de Saint Germain. Retrato obra de Frans Pourbus el Joven, 1617, National Portrait Gallery (Londres). (Wikimedia Commons)
Fue después de esta supuesta ascensión cuando Bacon solicitó una encarnación final y regresó al mundo como el escurridizo Conde de Saint-Germain hasta su “muerte” en el siglo XVIII. De cualquier manera, la vida de Saint-Germain no parece acabar aquí. Aunque murió en Schleswig-Holstein, patria y hogar de su amigo el Príncipe Carlos de Hesse-Kassel, no existen registros funerarios o de enterramientos que atestigüen su fallecimiento. Muchos seguidores de la teoría de la “ascensión” creen que Saint-Germain se sigue reencarnando, teniéndose noticias de que fue visto en fecha tan reciente como 1926. De todos modos, sea cual sea finalmente la verdad, Saint-Germain impregna la historia como un personaje enigmático y misterioso, y a día de hoy continúa siendo valorado por sus triunfos, tanto religiosos como políticos. Imagen de portada: El Rey David es ungido por el profeta Samuel para ser futuro Rey de Israel. Algunos creen que el profeta Samuel fue una encarnación del Maestro Ascendido Saint-Germain.
Cuadro de Pablo Veronese, ca. 1555. (Wikimedia Commons) Autor: Ryan Stone
www.ancient-origins.es
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